Roberto Nicolini y su viaje interior: “El amor de la gente me salvó”
En una conversación íntima y llena de sabiduría, el icónico Roberto Nicolini visitó el estudio de Pedro Engel para compartir una faceta poco conocida de su vida, marcada por la espiritualidad, la superación y una profunda conexión con lo divino. El recordado conductor de “Pipiripao” abrió su corazón y reflexionó sobre la vida, la muerte y la fuerza sanadora del amor.
La conversación, guiada por Pedro Engel y Álvaro Santi, comenzó con una pregunta directa: “¿En qué cree Roberto Nicolini?”. La respuesta del actor fue contundente y marcó el tono de la entrevista: “Soy teocéntrico. Creo que hay una divinidad, creo que hay un Dios. Amo la vida”.
Nicolini explicó que su fe no se limita a los dogmas, sino que la encuentra en las señales cotidianas. Relató una anécdota en la que, sintiéndose angustiado, un perro callejero se le acercó a moverle la cola. “Te aseguro que yo sentí que Dios le dijo a este perro: ‘anda y muévele la cola a este idiota que está angustiado'”, comentó con una mezcla de humor y emoción, demostrando cómo percibe la intervención divina en los pequeños gestos.
Del Humor a la Espiritualidad: El Don de la Risa
Pedro Engel le consultó si consideraba el humor como un don espiritual. Nicolini, citando a los filósofos griegos, afirmó que sí, siempre y cuando tenga un propósito. “El humor siempre tiene una moraleja, un contenido de fondo”, distinguiéndolo de la comedia simple. Para él, el humor consciente es una herramienta educativa y moral.
Una Conversión Profunda y el Amor como Fuerza Sanadora
El actor confesó que su “profunda conversión” llegó con el nacimiento de sus hijos. “Venir a la vida no es natural. Ahí sentí que toqué la divinidad”, expresó, aludiendo al milagro de la existencia. Además, compartió una emotiva conexión entre su fe y el recuerdo de su padre: “A mí no me cuesta nada creer en Dios porque amé mucho a mi papá. Y encuentro que mi papá se parecía a él, entonces me hizo la pega más fácil imaginarlo como Dios padre”.
Sin embargo, el momento más revelador llegó cuando habló de sus graves problemas de salud, que incluyeron un ACV y dos infartos. Nicolini atribuyó su recuperación a una fuerza superior y al cariño del público. “Me salvó el amor de la gente que intencionaba salud. El amor es una energía tan potente que si tú intencionas amor, va a funcionar”, afirmó con convicción.
Finalmente, Roberto Nicolini compartió su estado actual de paz y gratitud, una nueva perspectiva de vida que lo ha llevado a valorar cada momento y a no guardar rencor. “Estoy en paz. Si alguien tiene problemas conmigo, que se terapie, pero yo no le tengo mala onda a nadie”, concluyó, dejando una poderosa lección de resiliencia y espiritualidad.
Revive la emocionante conversación con Roberto Nicolini en Pedro Engel.
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