La verdadera historia de cómo Raquel Argandoña llegó a animar 1810
La Misión Imposible: Convencer al Directorio
Vasco Moulian partió recordando que en 2010, año del reality, enfrentó la presión de lanzar un formato completamente nuevo para Canal 13. El desafío era mayúsculo, pero la mayor prueba fue convencer a los altos mandos, a quienes él cariñosamente llamó los “curitas”.
El ambiente era tenso: “Llego y les digo, ya, ‘1810’, un reality de historia,” comenzó a relatar Vasco, revelando la primera gran “mentira” que usó para vender el proyecto: asegurar que serviría para que “la juventud aprenda de historia.”
El Nombre que Lo Cambió Todo: Raquel Argandoña
Una vez que la idea general fue aceptada, llegó el momento de definir quién sería la cara visible. Vasco fue categórico con la producción:
“Yo tengo un solo nombre que puede hacer este reality, si no, el reality pierde sentido… que se llama Raquel Argandoña.”
La reacción del directorio fue de terror. Raquel, una figura televisiva de fuerte personalidad que había manifestado públicamente sus decisiones personales, chocaba de frente con la visión más conservadora del directorio.
“Los curitas, yo creo que la sotana como que se les achicó,” dijo Vasco con humor, describiendo la estupefacción de los ejecutivos, que lo miraban con cara de: “¿Estás loco, hue…?”
La Ficción para vender la realidad
Para cerrar el trato, Vasco tuvo que montar una verdadera performance. Le pidió a Raquel grabar una escena de prueba para mostrar al directorio, vendiéndola como si ya estuviera todo listo.
“Le digo a la Raquel: ‘Raquel, grabemos una escena bajando a caballo, ¡pa’ venderte mejor!‘” La intención era clara: mostrarla como la figura perfecta y glamurosa.
El truco funcionó. Vasco les mostró las imágenes, que incluían también la introducción del profesor de historia, pero jamás les mostró el formato real del reality. Mientras él temblaba por dentro, Raquel, lista para firmar el contrato, le aseguraba que estaba “lista”.
De hecho, en el programa, la propia Raquel admitió que no sabía lo tensa que había sido la negociación: “Recién me vengo a enterar [que no había contestado]. Yo juraba que ya estaba listo, ¿verdad?”
Finalmente, el coraje de Vasco se impuso. Logró el “sí” de los ejecutivos, sellando uno de los realitys más exitosos de la televisión chilena que, para bien o para mal, hizo historia. Un riesgo que claramente valió la pena.