El misterio de los Labubu: ¿maldición o sugestión?
El astrólogo y sus panelistas examinaron la naturaleza de esta supuesta “maldición”, concluyendo que no hay posesión, sino que el poder reside en la sugestión y la intención humana.
La Comparación Demoníaca: El Vínculo con Pazuzu
La polémica en torno a los Labubu surge de una fuerte comparación con una figura demoníaca reconocida en la cultura pop.
El Origen del Rumor: La creencia viral compara al tierno, pero enigmático, muñeco con Pazuzu, un demonio babilónico conocido por su aparición en la película El Exorcista. Esta comparación ha impulsado la idea de que los muñecos albergan fuerzas oscuras.
La Respuesta: Tranquilidad
Pedro Engel le preguntó a sus brujos invitados: “¿Ustedes creen que es verdad que los Labubu están hechizados, poseídos por algo demoníaco?”. La respuesta del panel fue unánime: “Yo creo que no, eso es una sugestión”.
El mensaje principal es de tranquilidad: “Pueden dormir tranquilos con los Labubu”.
El Verdadero Peligro: La Intención y la Sugestión
Sin embargo, Álvaro Santi y El Sultán explicaron que el poder o la carga de un objeto, más allá de los Labubu, reside en la mente y las creencias de quien lo posee.
Intención y Carga: Afirmaron que el estado del objeto “va a depender de la intención con la que fuera regalado o con la que se cargue el objeto”.
La Fuerza de la Sugestión: Si la gente cree en el rumor, puede transformar al muñeco en una realidad maligna: “Así se cargan también los objetos, con la sugestión. Si la gente sí cree en eso, lo va a transformar en una realidad y le va a afectar”.
En conclusión, según Santi y El Sultán, la energía “oscura” o “demoniaca” de los Labubu no existe por sí misma; es la proyección del miedo y la sugestión la que podría conferirle una cualidad negativa, aunque el muñeco sea originalmente un objeto de ternura para la mayoría de los niños.