Cristián de la Fuente se refirió a la doble vida de su papá en relación a la infidelidad a Angélica

¡Ay, Cristián! El actor Cristián de la Fuente volvió a dar de qué hablar, y esta vez no fue por una teleserie ni por su look. Resulta que en una entrevista bien jugosa para el podcast En… Pareja2, que conduce su amigo Juan Soler. El galán abrió su corazón y echó al agua a su propio papá, vinculando su infidelidad a Angélica Castro con la vida doble que llevó su padre. ¿Excusa o revelación? Ahí está el dilema.
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Con toda la seriedad del caso —pero dejando a varios con la boca abierta—, Cristián contó que creció en un ambiente donde la bigamia era, básicamente, parte del panorama. “Mi papá estaba disociado”, dijo, como quien explica que le daban pan con palta los domingos. “Mi papá era bígamo. Estaba con mi mamá el sábado y con mi tía el domingo”. Así, tal cual. Como si fuera lo más normal del mundo, él almorzaba un día con una, y al siguiente con la otra.
Pero la cosa no quedó ahí. El actor reflexionó sobre cómo esa infancia sin culpas le fue marcando el camino. “Mi papá nunca sintió culpa… y debería haber sentido”, dijo, bien serio. Según él, ver esa “doble vida sin consecuencias” pudo haberle metido el bichito en la cabeza. O, como quien dice, dejó la semillita plantada.
Estas confesiones desataron tremendo alboroto en Sígueme, Catalina Pulido no se aguantó y disparó: “¡Excusas baratas! Te farreaste una familia”. Y de paso recordó que Cristián también culpó al alcohol por el beso que se mandó en un restaurante mexicano allá por el 2022. Ups…
Pero no todo fue palo y más palo. Michael Roldán se puso más comprensivo y dijo que más que echarle la culpa al papá, Cristián estaba tratando de entender su propio contexto. “Eso se llama terapia, amigos”. Mientras que Camilísima Campos fue más al fondo del asunto y hasta mencionó estudios que dicen que la infidelidad puede heredarse. ¡Chan!
Lo cierto es que sus palabras siguen dando que hablar. ¿Somos lo que vimos en casa? ¿O cada quien se hace cargo de sus propios deslices? El debate está encendido… y parece que va para largo.