Cristian Castro: su difícil paternidad y el matrimonio que no fue
Cristian Castro, uno de los cantantes más populares de México, enfrenta una etapa compleja en su vida personal. A sus 50 años, Cristian Castroarrastra una paternidad distante con sus tres hijos y acaba de cancelar el que sería su cuarto matrimonio.
Simone, de 20 años, y Mikhail Zaratustra, de 18, nacieron de su relación con Valeria Liberman. El menor, Rafaela, de 14, es fruto de su vínculo con la colombiana Paola Erazo. Cristian vive en Los Ángeles, mientras Simone y Mikhail residen con su madre en Miami. Esa distancia física refleja también una lejanía emocional. El cantante lo admite con dolor: “No puedo ser más papá de lo que las madres me lo permiten”.
Cristian quiere estar más presente, pero no impone su presencia. Prefiere que los encuentros surjan de manera natural, cuando todos estén cómodos. “No quiero presionar a nadie”, dice. Hace años reconoció que no ha sido un buen padre. “La paternidad me quedó grande”, confesó en una entrevista, y asumió que muchas veces optó por alejarse en lugar de enfrentar.
Con Rafaela mantiene una relación más cercana. La acompaña en actos escolares y celebra su talento artístico, heredado —según él— de su madre y de su abuela, Verónica Castro. Aun así, su rol como padre sigue siendo esporádico y condicionado por sus vínculos anteriores.
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En lo sentimental, tampoco logra estabilidad. Cristian planeaba casarse en 2026 con la argentina Mariela Sánchez, pero canceló la boda. “No quiero casarme. El matrimonio no me funciona”, declaró. Argumentó que su vida como artista complica las relaciones. La ruptura se dio en buenos términos, aunque también surgieron tensiones y conflictos previos.
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Hoy, Cristian Castro sigue girando por escenarios, pero su vida privada continúa marcada por la distancia, la inestabilidad y la esperanza de reencontrarse, algún día, con lo que dejó atrás.
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